Las cejas enmarcan el rostro y tienen un papel clave en la expresión. Por eso, una depilación bien hecha puede cambiar completamente tu apariencia, dar más luminosidad a la mirada y resaltar tus facciones. Aunque existen muchos métodos y estilos, lo importante es encontrar el que te haga sentir cómoda, sin comprometer la salud de tu piel.
Hoy en día, depilar las cejas en casa es más común que nunca. Con las herramientas adecuadas y un poco de práctica, puedes lograr resultados muy parecidos a los de un salón. Las cejas no necesitan ser completamente iguales; lo ideal es que se vean armoniosas y limpias, respetando la forma natural de tu rostro. Productos como los mini rasuradores de Schick son una excelente opción para trabajar zonas delicadas con precisión y suavidad.
Antes de comenzar, asegúrate de tener buena luz, un espejo amplio y las cejas limpias y secas. Un buen truco es peinarlas hacia arriba con un cepillo para visualizar mejor su forma. Luego, identifica el inicio, el arco y el final de cada ceja: el inicio debe alinearse con el borde de la nariz, el arco con el borde del iris y el final con la esquina externa del ojo.
Puedes usar pinzas, cera o un rasurador facial, dependiendo de tu experiencia y sensibilidad. Para quienes prefieren un método rápido y menos agresivo, los rasuradores de Schick son ideales: tienen un diseño ergonómico que se adapta a la mano y cuchillas seguras para depilar sin irritar. Recuerda hacerlo con movimientos suaves y sin quitar demasiado vello de una sola vez. Termina con una crema calmante o un gel de aloe para evitar enrojecimientos.
Una técnica muy utilizada para dar un efecto de “lifting” natural a la mirada es levantar visualmente las cejas mediante la depilación. Esto se logra eliminando con cuidado algunos vellos en la parte inferior del arco, justo donde comienza la curvatura. Hacerlo con precisión da la ilusión de unos ojos más abiertos y un rostro más definido, sin necesidad de maquillaje.
Es importante no exagerar al quitar vello en esta zona, ya que un exceso puede hacer que las cejas luzcan demasiado delgadas o artificiales. Trazar una línea imaginaria con un lápiz blanco puede ayudarte a visualizar el resultado antes de empezar. En caso de duda, es mejor quitar poco y revisar con calma el avance.
La depilación en casa es práctica y te da el control total sobre tu estilo. Para hacerlo bien, empieza por definir qué forma quieres: natural, arqueada, recta o más marcada. Luego, con ayuda de un lápiz delineador, dibuja el contorno de la ceja deseada y retira solo el vello que queda fuera de esa guía.
Elige el método más cómodo para ti. Si usas rasurador, asegúrate de que sea uno facial, como los de Schick, que permiten perfilar sin riesgo de cortes. Si usas pinzas, estira bien la piel para evitar dolor y eliminar el vello de raíz. Realiza el proceso con calma, de preferencia durante el día y en un espacio tranquilo. Al terminar, aplica un hidratante suave sin fragancia para calmar la zona y evitar irritaciones.
¿Cuál es la mejor manera de depilarse las cejas?
La mejor forma de depilarse las cejas es con productos de calidad y precisas, lo común es utilizar pinzas, pero existen depiladores como los que ofrece Schick que facilitan este proceso.
¿Qué no hacer al depilarse las cejas?
Lo ideal es no depilar demasiado en la parte superior de las cejas, puesto que, puede deformar la forma del ojo. Lo ideal es comenzar la depilación por los lados y luego ir evaluando poco a poco.
¿Qué poner en la piel después de depilarse las cejas?
Puedes utilizar cremas o hidratantes geles hechos con aloe vera que ayuden a calmar la irritación de la parte afeitada.
